lunes, 19 de julio de 2010

Crónicas de una falta de Fé absoluta.

Me levanto a las 7. 30, con ganas de mandar a mi yo del pasado a la mierda por no querer dormir cuando iban a dar las dos de la mañana. Me ducho medio dormida, desayuno cereales rellenos del Carrefour y me voy a la universidad, con ganas de que el pelo mojado aguante antes de mezclarse con el sudor. Pierdo el tren, peor aún ¡¡¡Veo como pierdo el tren!!! Y le digo adiós con la manita. Me pongo a bailar, total quedan 10/15 minutos hasta el siguiente tren, la gente me mira mal.
Cojo el tren, antes de salir de casa decidí llevarme algo simple, plano, que ocupara poco y que mi cabeza no tuviera que pensar mucho, así que me pongo a leer el Scott Pilgrim que llevo en la mochila. El tren está fresquito, creo que se debe a que se han acordado de poner el aire acondicionado. Salgo en Aluche, una ola de calor asfixiante me ahoga, creo que he caído en el infierno y aún no me he dado cuenta, voy a saludar a mi madre, pero están haciendo obras y me cortan el paso, así que tengo que dar una vuelta ridícula y encima mi madre me dice que se ha mareado por el calor.
Así que resultaba que sí estaba en el infierno.
Pierdo el autobús H con la tontería. Le digo adiós con la manita. Me pongo a dar saltitos y la música a tope, con un poco de suerte me quedo sorda.Por fin cojo el H, el conductor me mira con cara de "¿Por qué demonios tengo que trabajar hoy niña?" Y me suelta una especie de gruñido cuando le saludo. Cuando me siento noto un fresquito agradable que se convierte en breve en una ventisca horrible que me hace desear con toda mi alma una chaqueta, estoy a punto de estrangular al conductor por intentar matarme de congelación cuando por fin llego a la universidad. Cuando salgo del bus me siento como la mujer del anuncio de Actimel ya que el calor me mata poco a poco.
De ahí a mi revisión de examen. Sonrío llego 40 minutos antes (tal vez porque el conductor ha tenido la gran idea de saltarse Campamento), pero a pesar de ello hay dos personas que han llegado antes que yo así que cuando aparece el profesor (unos quince minutos tarde), me toca esperar. Luego entro, me explica lo que ya sé, que estoy suspensa y me enseña el examen, me parece que ha corregido a la baja, pero la verdad es que me da igual, además tengo un 3'3 el test así que por mucha nota que saque en el teórico estoy suspensa.
Cuando por fin salgo me voy derecha a Dadillos, cuán fue mi sorpresa cuando ¡Oh! No hay llave, o bueno, sí hay una, pero se trata de la llave del buzón, no me doy cuenta hasta el tercer intento de abrir la puerta con la llave del buzón. Luego desesperada me voy al buzón, y confirmo todas mis dudas, ES la llave del buzón, hay paquete para Yuridia.
Como he quedado con Aarón y no tengo saldo ni manera de entrar en la dichosa Dadillos voy a una cabina, no tengo suelto así que me voy a la cafetería, la cafetería está cerrada, así que voy a reprografía, pasan de mi culo así que me voy a la librería, me hacen comprar algo, lo más barato es de 1.20. Tras comprar un boli (que a partir de mañana quedará oficialmente a la venta por sus poderes mágicos como joder la marrana a Sheila), miro mi dinero que asciende a la nimia cantidad de 3.80. Utilizo 3.30 para llamar a Aarón desde una cabina, me dice que él cogió una copia por si acaso y que vaya a buscarla (Aarón está en Ciudad Universitaria trabajando). Voy a coger el autobús I (que va desde Somosaguas hasta Ciudad Universitaria), pero al parecer a mediados de julio ya no pasa ninguno, así que cojo un A, dentro surge el polo sur, me voy hasta Moncloa, allí hago transbordo en metro y me voy hasta mi parada.
Llamo a Aarón, pero no tengo saldo, no puedo pedirle un préstamo ni hacerle una llamada a cobro revertido porque él tampoco tiene saldo.
Por fin aparece, yo estoy mareada, con hambre, sueño, frío y ganas de morirme. Me da las llaves y dinero para que me compre algo. También me enseña su trabajo, pero estoy demasiado en ningún sitio como para enterarme.
Me compro un colacao en una máquina de la estación, porque vale 1 euro y así sólo le gasto 0'50 a Aarón, pero la máquina me dice que ese producto no existe a pesar de que yo lo estoy viendo.
En Moncloa pillo por fin un colacao en la máquina. Pero cuesta 1.20 y además cuando me lo voy a tomar se me cae encima.
Pierdo el A. Le digo Adiós con la manita. Ya ni bailo ni salto, además el mp3 me ha dicho adiós a mí.
Cuando vuelve y me meto en el autobús hace frío dentro.
Llego por fin a dadillos y abro la puerta, os escribo desde allí.¿Qué conclusiones sacamos de todo esto?
-Que si habéis leído hasta aquí os aburríis mucho.
-Que Wallace mola.

4 comentarios:

Unknown dijo...

Que va que va, no estoy aburrida ni nada. En realidad es la carga de trabajo que tengo la que me hace desviarme XDDD

Veamos.
Lo he leído todo. No entiendo lo de Wallace. Y nota!! Aun te queda medio día entero, así que: Aprovecha este buen karma positivo que te voy a enviar *envía karma positivo con sus ondas cerebrales a la velocidad de la luz en impactan en ella como un abrazo --pet, pet--* y que el universo se equilibre contigo dándote un buen resto del día. ;)

Shakeb dijo...

Sé que no debería reírme de las desgracias ajenas, pero es que dios, no pueden pasar más cosas todas en un día xD

Ánimo, que en verano se vuelve todo del revés :S

Sheila dijo...

Lo de Wallace es que es un personaje de Scott Pilgrim Aurora xD, es el compañero de piso gay de Scott, y es lo único que me ha acompañado en esta odisea. ^.~ gracias por tu karma que me ha llegado.

¡¡¡Miriam!!! Tenías que haberme visto, pensaba que me iba a volver loca y el transporte público me odia! Yo creo que la culpa es del sol y el calor...

tita hellen dijo...

Hay dias que apestan, simplemente. Menos mal que todos los dias empiezan y acaban