... No me culpes de ello.
(Y todavía sigo pensando en ella)
Menudo año de ajetreo que llevo, de haberlo sabido me habría replanteado muchas cosas al menos dos veces antes de realizarlas. Necesito un respiro (o dos).
Conocí una vez una niña que estaba enamorada de la lluvia, se fijó en ella una tarde de invierno a través de la ventana, se encaprichó de ella el primer día que salió a la calle sin paraguas. Se enamoró de ella poco a poco, cada noche que caía, sonando como nanas, haciéndola dormir.
Así que no me culpes si yo también lo he hecho.
1 comentario:
A mi tb me gusta la lluvia, mucho más que los días soleados.
Aunque parezca paradójico, los días de sol me ponen más triste que los nublados
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