domingo, 13 de abril de 2014

El culebrón de EDT/Glénat



Editores de Tebeos.

Cuando una buena editorial, se queda en editorial y de ahí en nada.



Llevo casi dos semanas pensando en cómo escribir este post y creo que lo mejor es remontarnos a cuando EDT (Editores De Tebeos) era Glénat y cuando Glénat empezó.

Tú antes molabas

A pesar de que la editorial Glénat remonta su andadura desde principios de los 90 en nuestro país, voy a empezar por una fecha que para mí marcaría un antes y un después: 1999, el año en que Glénat compró los derechos de Rurouni Kenshin y comenzó a editarla, haciendo que muchos fans como una servidora estableciesen las bases que muchas otras editoriales no habían comenzado bien (véase los mangas “otoño” de Planeta, donde las hojas se caían un par de meses después de haberlos comprado, los tomos excesivamente caros de Norma (aún recuerdo con temor aquellos precios desorbitados de “RG Veda), y las ediciones de grapa y tomo fino que nos llenaban los kioskos intentando hacernos pensar que comprábamos cómic americano o retrayéndonos a aquella época de las series de color de Dragon Ball que no tuvieron el mismo éxito con el nuevo cómic japonés.
La gente pedía buenas ediciones de los mangas y Glénat las trajo, a un precio de 1200 pesetas todos podíamos tener una edición idéntica a la japonesa, qué vale, en el caso de Kenshin no era una edición demasiado bonita, pero los de Glénat se lo curraron, pusieron empeño en que sus ediciones saliesen bien y lo consiguieron. Muchas editoriales siguieron el ejemplo de tomos con sobrecubiertas a precios asequibles y las nuevas editoriales también lo hicieron.

Yo siempre aposté por Glénat.

No sé si es porque eran franceses, porque Norma se me atragantaba, porque Planeta siempre me ha parecido el malo final de una película o porque Ivrea estaba naciendo. Pero Glénat molaba. A pesar de los problemas que había tenido con series como “Black Jack”, se arriesgaron a volver a publicarla con todos los tomos a pesar de los costes que significaron los últimos números por sus bajas ventas, y eso era para aplaudir.

Hasta principios de 2012.

Resulta que Glénat España llevaba meses desvinculada de Glénat Francia, pero hasta ese momento no habían cambiado el nombre de la editorial. Aquello chrriaba, no es que me molestasen sus motivos de la decisión de no hablar hasta aquel momento, que al parecer eran sobre todo no asustar y no cambiar el nombre a los tomos para que los coleccionistas no se enfadasen, algo que con el paso de los años entiendo perfectamente. Si no que… Parecían excusas. Pero sólo era un cambio de nombre ¿Por qué asustarse? Como ellos mismos decían, no querían dar publicidad a Glénat puesto que ya no eran ellos. Lo estaban haciendo bien.

Cuesta abajo.

La nueva EDT nos avisaba de sus cambios, uno de los cuales era no poder mantener series que publicaba desde hace tiempo, ponían de ejemplo la serie “Gintama”, según la cual explicaban que cada tomo que sacaban al mercado les suponía unos costes de unos 3000 euros en pérdidas que sólo se podían mantener con las ventas de la gallina de los huevos de or… “Naruto”.
Tras esto aparecieron varios packs en las librerías y tiendas especializadas con series descatalogadas o números de almacén de los que querían deshacerse a un precio demasiado barato. Para muchos fue como una especie de Navidad adelantada.

¿Shueisha? Tampoco es tan importante.

A finales del 2012 EDT anunció lo que nadie se esperaba. Después de catorce años de relación con la conocida editorial nipona Shueisha, (que entre otras lleva las series de la revista Shonen Jump), EDT se veía obligada a deshacerse de todas sus series estuviesen o no terminadas. Cual piñata el resto de editoriales de nuestro país se dividió las obras de más valor, como Naruto o la nueva edición de Kenshin, que curiosamente era la que conmemoraba las relaciones entre EDT y Shueisha. Otras series no tuvieron la misma suerte, teniendo que rendirse de nuevo a los packs que adelantaron otra vez la Navidad.

Pendientes de un hilo.

A pesar de todos estos contratiempos la editorial seguía a pie a duras penas y muchos defendían a la misma argumentando que aún había esperanza con obras como Berserk… Hasta mediados del 2013.

Resulta que los traductores Marc Bernabé y Verónica Calafell nos hicieron saber que no eran los responsables de las traducciones de los números que salieron de Berserk y de las obras de Shintaro Kago así como muchas otras de EDT desde esa fecha. También aclararon que no volverían a traducir nada de aquello mientras lo siguiera manteniendo EDT

¿Qué estaba pasando? ¿Qué demonios sabía todo el mundo que los lectores no comprendíamos?

Además, coincidiendo con el pasado Salón del Manga de Barcelona, nos enteramos que la Editorial Gâijin (los manga dibujados por hispanohablantes de EDT) ha sido paralizada. Keny Ruiz había vendido los derechos de su obra a Norma ¿pero los demás seguían ahí no? Además la editorial había apostado muy fuerte por ellos, tanto que se armó una buena porque el cartel del Expomanga del año pasado estuviera dibujado por ellos haciendo publicidad…

Mudanzas… ¿Y desapariciones?

Que EDT cambia de edificio y los que viven cerca están de suerte, otra vez ventas de mangas a peseta el kilo. Todo va bien y se repite al mes siguiente iniciando el año 2014… O no. Pocos días después de que la editorial anunciase en su Twitter que volvían a estar de saldo. Joan Navarro contesta con un tajante “No habrá ninguna liquidación ni más rebajas. Se acabó”.

Y llega febrero con incertidumbres sin poder esclarecerse, pues la página web ya no existe.

Sin embargo sigue existiendo el Twitter, el Facebook y El Salón Del Cómic de Granada está cerca y EDT pretende ir. ¿Contestaría Joan Navarro a todas las preguntas?

Pues no. No sólo no las contesta, sino que además echa balones fuera dejándonos claro una cosa: EDT no seguirá con el manga.

¿Y qué pasa con el último tomo de “La Espada del Inmortal”? ¿Y con el último de “Fushigi Yugi Gembu Kaiden”?

Pues que no se van a publicar a no ser que quiera otra editorial. Algo que deja colecciones huérfanas y caras de pocos amigos.

¿Y a quién me quejo?

A nadie, porque ni el Facebook, ni el Twitter, están activos. Y en el blog de Joan Navarro parece como si nada de esto hubiera existido.

Reflexiones y demás.

Y aquí era donde yo quería llegar. Mangaline fue una dura pérdida, puede que no todos estuviéramos contentos con la editorial, con sus ediciones o con las decisiones que tomaron, pero hasta el último momento intentaron aguantar y nos avisaron de hacia dónde iba la editorial… Aunque fuese hacia abajo.

Sin embargo Glénat (a la que lleva siendo demasiado poco tiempo EDT como para que me sienta cómoda llamándola así), ha ido en espiral hacia abajo, intentando aparentar una sensación de buen trabajo que en realidad no existía y creyéndose que somos tontos con declaraciones del tipo “Somos una editorial más madura”, para explicar por qué dejan el manga (excepto a Kago), en vez de sincerarse de una vez con los lectores de todas las edades explicándonos qué han hecho y sobre todo POR QUÉ.


2 comentarios:

Anónimo dijo...

La politica de Navarro era utilizar narutos y cia para poder publicar otras cosas con las que rara vez se gana dinero. Se quedó sin narutos (conociendo al personaje, tiene que tener buena historia eso), se quedó sin editorial. Y no esperes de Navarro que vaya de cara nunca.

A mi lo que mas me gustaba eran los retardeds de la carcel de papel quejandose de que sus ediciones de comics españoles viejunos eran caras o un pelin mas pequeñas que el original. Cuando tenia que palmar dinero las mas de las veces y eran los niños del naruto los que se los subvencionaban, exactamente como los lectores en castellano subvencionaban a los lectores en catalán.

Sheila dijo...

La verdad es que todos sabíamos que se mantenía de Naruto y demás (ya se explicó en su momento cuando desaparecieron otras series como Gintama). Por eso es mayor insulto lo de que son ahora "un público más adulto". No me importa que utilices unas ventas para sacar otras ventas distintas (yo soy super gafapasta en algunos momentos y agradezco que salgan cómics que no venderían de otra manera).
No sé cómo demonios perdió los derechos de Naruto y resto de cómics que daban pasta, pero seguro que fue de una forma desastrosa, yo creo que se debió a mentir durante varios meses haciéndose pasar por Glenat cuando estaban desligados ¿se lo ocultarían a la editorial japonesa como hicieron con los lectores españoles?
Y no, nunca me he esperado que Navarro fuera de cara, pero lo de la "rueda de prensa" que hizo al final fue vergonzoso.

Un saludo y gracias por tu comentario.