lunes, 29 de julio de 2013

Mis cascos Frankenstein


Hace unos días me creé unos cascos uniendo varios cascos viejos. Quería ahorrar así que mezclé auriculares, almohadillas y cables para hacer unos cascos. No eran muy bonitos a primera vista, sobre todo al ver los trozos de cinta que unían las partes, pero eran funcionales.

Necesito música en mi vida, buena o mala, en mi idioma o en otro. Me da igual, pero a veces me siento vacía sin ella y cuando se me rompe un casco o se acaba la batería del mp3 me embarga una sensación rara.
Supongo, y supongo que es así porque es lo que me ocurre siempre, que es porque comienzo a pensar. La música me aleja del mundo para poder escucharla o hacer cosas como escribir, leer o estudiar, pero sin ella la cabeza se me llena de cables que llevan y traen información que sólo me provoca jaquecas. Y es que como decía el grabado de Goya “El sueño de la razón produce monstruos”.


Si últimamente no escribo en el blog es probable que sea porque tengo cascos, o la versión de cascos que necesito.

Si has leído hasta aquí, te pido perdón.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

¿por que pides perdón?

Sheila dijo...

Por no escribir en el blog durante tantos meses xD.

¿Por qué lo preguntas Anómimo?