Varios días en el
pueblo te pueden dar para muchas cosas, a mí sobre todo me sirve para estudiar,
pero la mayoría del tiempo libre lo uso para leer, algún libro que tengo por
ahí (este año le tocó al “Haiku de las palabras perdidas” y a “Vampiria”, un
tomo recopilatorio de historias del mito vampírico desde principios del XIX a
principios del XX, un siglo entero con narraciones de Lovecraft o Poe).
Sin embargo no es eso
de lo que quería hablar, resulta que ahí, bonita, mirándome cada mañana cuando
me despierto está una estantería en su mayoría llena de mangas (llena de otras
cosas pero sobre todo de japonesadas, qué queréis, tuve una adolescencia), me
llama. Y claro una que no es de piedra y que lo más interesante que hace aquí
es recibir cartas del mundo exterior, llamar cuando una raya de cobertura se
cruza en su camino y mirar los girasoles nuevos que han puesto en el campo
donde no había nada desde que desaparecieron las vacas… Pues nada, que le eché
un vistazo a las obras que tenía. Algunas mejores, otras peores y algunas cuya
opinión cambió bastante con un segundo visionado y un punto de vista, siendo
sinceros, un pelín más maduro.
Pues esas son las
entradas que iré poniendo a partir de ahora. Espero no aburrir a unos y a
otros. Ha sido un verano largo.
2 comentarios:
Pues la verdad, se te agradeceran las sugerencias. Me fio de tu criterio. Que estudies poco y te cunda una jartá. Besotes
Gracias, la verdad es que son cosas bastante antiguas, pero si te interesa alguna siempre te la puedo dejar :)
Muchos besos
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