Soy mitad blanco y mitad negro. Soy como una oreo.
Nathan es un adolescente algo introvertido y no muy buen
estudiante. Pero no es el típico estudiante, Nathan es el hijo de una respetada
Bruja Blanca y un perseguido Brujo Negro, y esa sangre mestiza será el que le
marque en un mundo donde la magia se
esconde donde menos te lo esperas y las medias tintas no existen.
Me gusta ver sufrir a mis personajes, soy como Tarantino
pero con libros para adolescentes.
A Sally Green le gusta que su personaje lo pase mal
físicamente y te lo indica cada pocas páginas, de pronto le hacen tatuajes
dolorosos, como le marcan la espalda con un cuchillo, o le pegan palizas
dejándole medio muerto y bañado en su propia sangre.
Pero además, Nathan es maltratado psicológicamente cada
pocas páginas también, todo lo que hace es inaceptable, que hable con otros Brujos
Blancos: mal, que dibuje de vez en cuando: mal, que le guste a una chica: mal…
No soy muy listo, pero se me quiere.
El protagonista de esta historia, a diferencia de la mayoría
de protagonistas de este tipo de historias, no sólo no es gran fan de la
lectura… Sino que ¡no sabe leer! Esto es algo que choca mucho pues durante todo
el libro vemos el avance de su adolescencia y su paso por el instituto, si
tenemos en cuenta que vive en el primer mundo y la época en la que está es el
siglo XXI, estamos ante un claro caso de analfabetismo.
Hay una escena clave en el libro en la cual el protagonista
tiene que seguir unas pautas escritas en unas notas, como no sabe leer más que
arrastrando las palabras en voz alta, pide a un viandante aleatorio que le lea
la nota, eliminando toda credibilidad de la escena.
Supongo que la autora quería hacer algo original, sin
embargo este punto destaca demasiado y, al menos en mi caso pierde empatía con
el protagonista.
¡Que soy una trilogía!
Como todos los libros de magia urbana actuales, no os creáis
que este iba a ser una excepción y terminaría con este único volumen, no sólo
la acción es lenta, además crea la sensación de ser un simple prólogo a pesar
de encontrarse en distintos puntos de la vida del protagonista.
Lo mejor: Tiene un par de personajes secundarios muy bien
hechos, el problema es que apenas hace hincapié en esta clase de personajes m-as
allá de su relación con el protagonista.
Lo peor: Sabemos que el personaje sufre, pero tanto
sufrimiento hace que nos acostumbremos enormemente a estos sucesos y llega a
darte absolutamente igual lo que le vaya a pasar (total, luego estará bien o no le generará
tanto problema).
Nota: Un 4.5 fantasía urbana de la normal sin ningún tipo de
interés más allá del de ver hasta dónde podemos hacer que el protagonista se
vuelva loco.
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