Varias cosas antes de empezar, la primera de todas ellas que
una humilde servidora no ha podido leerse la obra en la que está basada la
película, por lo tanto y mal que le pese a alguno, sólo puedo hacer una crítica
a ésta, dejando a un lado unos libros que teniendo en gran estima la palabra
escrita quiero pensar que son mejores en muchos aspectos.
El ser humano llevado al límite.
Siempre me han gustado las historias en las que las personas
se encuentran en un contexto tan extremo como imposible, en el que de pronto tengan
que sacar de su interior su verdadero yo. Por lo tanto soy gran fan de Battle
Royale y demás ficción relativa al tema.
La historia comienza bien, en un mundo pseudo-futurista
alternativo que nos recuerda a EE.UU se ha dividido en trece subestados , los
cuales para no continuar con las guerras que se han librado a lo largo de la humanidad,
deciden crear unos juegos que contenten a la población y les den sus dosis de
sangre y guerra que tanto anhelan (todo televisado como debe de ser),
ofreciendo cada estado a un chico y a una chica entre doce y dieciocho años sorteados
para que luchen entre ellos hasta que sólo quede uno vivo.
La hermana de la protagonista tiene la mala suerte de salir elegida
y ésta para salvarla decide voluntariamente participar en unos juegos en los
que vivir es el único premio final.
Yo de mayor quiero escribir así.
He de decir que la idea de los estados divididos por
sectores profesionales a lo “Un mundo feliz” me encanta, en los primeros
estados “1, 2 y 3” están los más ricos, e incluso preparan a sus hijos para que
vayan a los juegos y sean los ganadores, pueden hacerlo, al fin y al cabo
preparan una especie de academia militar para ello. Por otro lado los sectores
11 y 12 (éste último lugar de procedencia de nuestra protagonista) son los más
pobres, el 11 agricultura (en la película parece ser una especie de cultivos de
arroz) y el 12 minería. Espero que esta parte esté mejor desarrollada en las
novelas pues es francamente interesante.
Muy buena también es la forma de entrar en la urna del
sorteo, simplemente incumpliendo la ley, cada vez que lo haces tu nombre tiene
una papeleta más, cuantos más delitos cumplas, más posibilidades tienes de
salir elegido.
Todo el aspecto de marketing y los patrocinadores si se hubiera
trabajado más es un punto interesante. Como se mueve todo gracias a los
porcentajes y a la popularidad como si de un simple “Gran Hermano” fuese, sin
tener en consideración de lo que realmente se juega es con la vida de las
personas.
¿Homenaje, casualidad o simple plagio?
Fui la primera en quejarme de las similitudes con la
anteriormente mencionada “Battle Royale”, pero también fui la primera en intentar
ver las cosas desde otra perspectiva. Después de todo, BR sacó las ideas de los
libros “El fugitivo” y “La larga marcha” de Stephen King (por todas las referencias que hay sobre
ellos) y éste a su vez sacó sus ideas de “El señor de las moscas”, la
originalidad murió amigos. Sin embargo varias son las similitudes con la cinta
japonesa y eso no hace más que sacarme una mueca de disgusto. El vídeo del
principio feliz mostrando las instrucciones, aquí es cambiado por la felicidad
de la “coordinadora” del sector 12 (“Os doy la enhorabuena”), los collares son
cambiados por chips, y las zonas de peligro para juntarles más simplemente son
creadas sin previo aviso, además de ir anunciando a los muertos a medida que se
suceden. No creo que sea una copia, pero si que se tiene que hacer una
comparación. Considero que es una especie de BR hecho para americanos, si nos
paramos a pensarlo, la propia adaptación del manga en EE.UU estaba la
utilización de cámaras. (NUNCA leáis esta traducción para americanos, lo único
que os dará será risas, es una auténtica vergüenza).
Vivimos en nuestra burbuja feliz
Toda la crítica que se podía hacer sobre algunos temas queda
perdida por culpa de la estúpida moralina Disney que rodea la película. Los
planos de violencia son censurados con movimientos de cámara mareantes y
desenfocados, con música o sin sonido, intentando que algo que debería ser desagradable o aterrador
sea estúpido. No me creo las muertes, sé que no es bonito ver a niños matándose
entre ellos, pero no puedes vender una película de estas características y
querer ser para todos los públicos.
Hacia el final de la película, uno de los personajes explica
la auténtica verdad, lo horrible de la situación, en un mensaje que sobra del
todo ¿de veras tienes que explicar de la boca de uno de ellos una moraleja
sobre que lo que está sucediendo es malo? Sobre todo siendo un personaje que no
se tendría que plantear eso. Quedaría mucho mejor, que en vez de tomar al
espectador por tonto la idea quedase sin ser explicada.
Sobra el largo dramatismo y la lágrima simple. O yo me vuelvo
más dura con los años o realmente la moralina Disney de la que hablaba antes se
refleja en demasiados momentos de la película. La muerte de uno de los personajes
dura más de diez minutos, pero apenas sabemos de él, lo que me hace recordar a
Harry Potter enterrando con sus propias manos a Dobby, es decir, se muestra muy
duro ante un suceso que debería de ser traumático, mientras que uno que es más
predecible cae en un mar de lágrimas debido a que ha salido más tiempo en
cámara.
Cerrando que es gerundio
En definitiva, una buena idea muy descafeinada. Una lástima
que la censura y la lágrima fácil estén por encima del argumento.
1 comentario:
... ¿te puedes creer que estaba esperando que pusieras tu crítica de Los Juegos del Hambre? xDD Me gustan tus opiniones y cómo las das, sobre todo porque en su día me interesé por los libros y ahora no sé muy bien qué hacer con la película. Me ha parecido una muy buena crítica porque valoras tanto lo positivo como lo negativo con mucha neutralidad. Me da rabia lo del rollo Disney: tienes toda la razón. ¿Cómo vender sangre, dolor y sufrimiento para todos los públicos? Por Warner habría sido mejor, seguramente.
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