Sobre mi odio hacía las tecnologías.

Tarde de verano hace unas semanas:



"Marta:- Primero vemos "Llamada Perdida" y luego me dejas "Cell" ¿Estás intentando enviarme algún mensaje subliminal Sheila?

Yo:-No, no es subliminal, ya te dejaré algún otro libro o película que te lo demuestre.

Marta:- ...

Alex:- ..."



No las odio exactamente, es una especie de impotencia para hacer las cosas, quiero decir, tengo blog y fotolog y actualizo a diario o casi, debería de resultarme sencillo pero no, una cosa tan simple como subir una foto o cambiar la hora al reloj del blog es una odisea.



Yo siempre he sido de esas personas que prefieren escribir una carta a enviar un mail (lo siento Maricarmen, te tengo descuidada T.T). De las que prefieren hablar por teléfono a hacerlo por msn (y si es en persona mucho mejor aunque me dé corte). Y si fuera por mí seguiría llevando mi walkman por ahí, pero reconozcámoslo, ocupaba menos el mp3 (aunque ya tiene 6 años pero a mí me hace el apaño).



¿El móvil? Mentiría si dijera que no utilizo el móvil, se ha convertido en algo tan imprescindible como un buen libro de cabecera. Pero por mucho que me meta con él infravalorando sus tareas (sólo sirve para los mensajes y las llamadas, no tiene grabadora, ni cámara, ni ná de ná), al final he de admitir que es un cacharro útil. Aunque no por ello me moriría sin él. Voy a estar un mes sin cobertura y os garantizo que todavía no conozco el año en que me haya dado por suicidarme por culpa de ello.



Las tecnologías no me caen bien y yo a ellas tampoco. Creo que con eso resumo todo xD.